domingo, 3 de marzo de 2013

Guernica



Altivo se muestra el glorioso Guernica:
Magnífica obra del maestro Picasso.
Un guía de un Tour pavoneándose explica
a los ingenuos que hoy le siguen el paso.
Describe Cubismos; Flores y caballos;
Luces incipientes, ojos en lágrimas.
Y así engaña a estos pobres lacayos

que ahora creen poseer algunas armas.
El guía llega a su casa complacido
con el escueto trabajo que tan solo mancha
la vida de aquél Picasso vencido
ahogado en acrílicos, pidiendo revancha.
España está implícita en este ahogo
luchando con furia y también con dolor.
Pero España acaba perdiéndolo todo
pues luchó a la vez con Espada y con Flor.
Doloroso destino para el Picasso aquél
que allí, en un lienzo, quiso aparecerse
escondido en el negro mechón de un pincel
esperando que alguien logre compadecerse.
¿Qué Picasso se esconde tras ese Guernica?
¿Por qué una madre ve morir su hijo al nacer?
¿Por qué el espectador a observar se dedica?
¿Acaso no ve el Picasso a su merced?

Debe estar bueno eso de soñar (Cap.II)


  Martín había caído de sorpresa en la casa de Luis Alondre sin dinero, con un pantalón corto como vestuario completo y una muñeca torcida. En cinco días ya se había merecido el cariño de Mara, que se deleitaba, tal vez demasiado, con sus historias. Y esa atención particular, que el muchacho aún no había descubierto, enfurecía a Luis. Pero mientras Martín no se percatara de ello, el anciano no tenía problema en que se quede, siempre y cuando lo ayude en el campo.
       Esa noche, Martín no durmió. En la mesa del desayuno, a pesar de su aspecto lamentable, Mara lo siguió encontrando atractivo. Luis entró a la cocina, y no tardó demasiado en enterarse lo que había pasado anoche. Realmente, dado que Martín no atinaba a meterse la tostada con manteca en la boca, no tenía que ser un detective muy brillante.
       - Por lo menos decime que esta la vas a llevar a la editorial.
       Martín ni siquiera tenía fuerzas para hacerse el desentendido.
       - No creo que me acepten una novela sin terminar, Don Luis. ¿A qué hora empezamos?
       - Yo, en veinte minutos; Vos, mañana a las siete y media. Ahora, andáte a dormir.
       - No, Don Luis, necesito trabajar, sino voy a seguir escribiendo y eso me cansa más que andar haciendo mandados.
       - No Martín, no vas a laburar así.
       - Por favor Don Luis, enserio estoy despierto.
       Luis lo miró dubitativo. No parecía estar capacitado para trabajar, pero sabía que tampoco iba a irse dormir.
       - Está bien, pero hasta las doce, y después te dormís, ¿Está claro?
       - Si Don Luis, está claro.
       Pero parece que no estaba lo suficientemente claro, porque Martín mezcló las dos partes del trato mientras manejaba hacia el pueblo. La camioneta giró cinco veces antes de caer en una zanja y quedar mirando al cielo. Siete años en coma.

Importancia (Dadaísta)


Cambios de primavera, proyectos, regalos sin exclusivas.
Regalar salud, no invitar a los mejores.
Mi misión es la belleza de las razones hermanas.
La conciencia del hombre busca la victoria perfecta:
Sorprender al paraíso con flores de rechazo de familia.
Buscar la emoción de vivir es destino sin claridad.

Mi cajita de Cristal



Yo sigo corriendo.                                                   En una cristalina caja
Mi esfuerzo sigo dando,                                          que poco a poco se enfría.
así la personas que más quiero                              Creo que… ¡Corazón!
me continúen usando..                                            Creo que así le decían     

Pero no se confundan,                                            En la época que a alguien
ya ni me molesta.                                                    eso aún le importaba,
El error es solo mío                                                 y que solo por esa caja
que espero alguna respuesta                                 de alguien más se enamoraba.

Al “¿Por qué nadie lo hace?”                                 Y así pasaban sus vidas
“¿Por qué nadie se esmera                                    entre dolores y alegrías
en mirarme a los ojos                                             (Juntítas las dos cajas,
aunque solo una vez fuera?”                                  para que ya no están frías).

Vería que aún tengo sentimientos.                         Y por estar tan pegadas,
Sentimientos que son ciertos.                                estas dos se entremezclaban.
Sentimientos que aún viven                                   Y así, los sentimientos del otro
aunque todos los crean muertos.                           realmente importaban.

Cosas que a veces me duelen;                              Pero eso fue mucho antes,
Cosas que lloro en silencio;                                   aún antes de que yo naciera.
O también algunos éxitos                                       Igual, confieso que a veces
de los que si me alegro.                                         lo que realmente quisiera

“De ustedes, cosas absurdas,                               Es no estar condenado 
nadie se querrá ocupar”                                         a este imperio de papel y tinta,
Les digo a mis sentimientos.                                  y a estos sentimientos callados
Y entonces los vuelvo a guardar                           que mí alrededor a callar se limita.      

Debe estar bueno eso de soñar (Cap.I)


       - Debe estar bueno eso de soñar. Cuando me cuentan un sueño, me imagino teniendo, aunque sea, una pesadilla. Pero no, nada. Nunca un sueño. Están frente al único hombre del mundo que no puede soñar. Los médicos no saben por qué, los psicólogos dicen que me estoy auto-inhibiendo, ni siquiera mis colegas escritores (soñadores por vocación) aciertan a dar con la respuesta. Parece que estoy condenado a una vida sin sueños.
       - ¡Calláte Martín! A nadie le importan tus cuentos…
       - No, pa, dejálo hablar -interrumpió Mara-, me interesa su historia.
       - Igual -continuó el joven-, No hay mucha más historia. Es simplemente eso: Me acuesto y no sueño.
       - Pero tiene que haber un motivo de que no sueñes, no podés haber nacido así. 
El comentario de Mara no le agradó mucho a Don Luis, su padre. Una cosa era recibir en la casa al joven que había compartido siete años de amistad con su ahora difunto hijo, Lucas. Pero que su hija se interese en un escritor, era algo que no iba a soportar.
       - Bueno, -dijo levantándose del sillón- ya va siendo hora de irnos a dormir…
       -¡No, pa! –protestó la veinteañera- ¡Quiero saber qué le pasa a Martín!
       - Lo que le pasa a Martín es que tiene poca imaginación, por eso ni sueña ni vende. A dormir.
       - Está bien, pero mañana seguimos investigando –se resignó la muchacha-. Chau, pa. Chau, Martín.
       - Chau, Mara. Hasta mañana. –respondieron al unísono.
       Mara soltó una risa sobradora y se fue a su habitación. Frente al fuego del hogar, los dos hombres continuaron su conversación.
       - Dejáte con esas historias, que Marita se las cree.
       - ¿Acaso usted no me cree, Don Luis?
       - En lo más mínimo. No me vas a decir que hablabas en serio, ¿no?
       - ¿Por qué jugaría con algo así?  
       - Porque sos escritor, jugás con lo que tenés a mano. Y sigo sin creerte.
       - Lo entiendo Don Luis, yo tampoco me creería. Un escritor sin sueños, ¡Impensable!
       - No, impensable no: imposible.
       - No, Don Luis, imposible no es porque me pasa, por más imposible que suene. Nunca en mi vida he tenido un sueño.
       - Mara puede ser bastante crédula Martín, pero a mí no me engrupís. Andáte a dormir, dale, que mañana te necesito despierto.
       Dicho esto, cada cual fue a su habitación.

viernes, 1 de marzo de 2013

El mejor viaje


En mi viaje no espero retrasos.
No quiero excedentes en mi equipaje.
Ya deseo llegar a sus brazos,
Aunque tenga que pasar algunos peajes.
Porque por esos pequeños pagos,
Por tomar esas decisiones,
Es que tengo mares y lagos
Y ríos llenos de su bendiciones.
Tengo enfocado bien mi camino
Y no pienso apartarme de él.
La mejor senda a mi destino
Es mantenerme firme y fiel.
Él mismo diseño mi transporte
Para que siempre esté sano;
Que ande incesante y soporte
Hasta llegar a sus manos.
Y no estoy obligado a hacer esto:
Cualquier destino pude haber elegido.
Pero hoy humilde me presto,
Pues esta es Mi elección, Mi recorrido.
Y sé bien que no va a ser en vano.
Y respondan ustedes esta incógnita que traje,
Una que define al ser humano:
¿Vale o no la pena este viaje?

Derechos bien Derechos


(Entran a escena dos hombres discutiendo)
HOMBRE 1: ¿Pero cómo vas a decir eso?
HOMBRE 2: ¡Si es verdad! ¡A esos negros hay que matarlos a todos, si no sirven para nada!
HOMBRE 1: ¿Ah, sí? ¿Y sus derechos?
HOMBRE 2: ¿Qué derechos? ¡Son negros te estoy diciendo!
HOMBRE 1: (Indignado) ¿Perdón?
HOMBRE 2: ¿Nos sacan nuestros derechos, y encima pretenden que les reconozcamos los de ellos?
HOMBRE 1: (Sorprendido) ¿Quién te dijo que nos sacan nuestros derechos?
HOMBRE 2: ¡Si nos matan para robarnos!
HOMBRE 1: Entonces vos querés matarlos…
HOMBRE 2: Si.
HOMBRE 1: Y quitarles su derecho a la vida…
HOMBRE 2: Si.
HOMBRE 1: Como supuestamente ellos hacen con vos…
HOMBRE 2: No, para, esto es diferente. Yo lo hago por justicia.
HOMBRE 1: ¿Por justicia? (Exasperado) ¿¡Vos querés matar gente por justicia!? ¿Qué clase de justicia es esa?
HOMBRE 2: Divina, ¿O no es lo mismo que hizo Dios con Jesús?
HOMBRE 1: Mirá flaco, cuando tengas el poder de Dios hablamos, ¿Dale? Mientras, sos un simple ser humano, ¿Quién te pensás que sos para decidir sobre la vida de otros?
HOMBRE 2: ¿Y por qué me tengo que bancar que un chorro me mate por dos mangos? ¿No es justo que él también muera?
HOMBRE 1: ¡Ah! ¡También estás a favor de la pena de muerte! No lo puedo creer, al final es como decía Quino.
HOMBRE 2: ¿Qué?
HOMBRE 1: En una tira, dibujó a un hombre que decía: “¿Esto un asesino? Esto no es un asesino, es un instrumento que usamos para dar muerte al ser humano que corrompió el divino derecho de la vida que Dios nos dio a todos.” mientras señala una horca. Quino lo dice con sarcasmo, vos, con cinismo. Los derechos son constantes y generales, ¡Por algo son derechos!
HOMBRE 2: ¡Ya te salió el gorila de adentro!
HOMBRE 1: ¡No, tarado, no derechos porque son de derecha, derechos porque tienen que seguir rectos!
HOMBRE 2: ¿Sabés qué? No me interesa hablar con un intolerante como vos. (Comienza a irse por bambalina derecha)
HOMBRE 1: (Grita mientras H2 se va. Creccendo) ¿Yo intolerante? ¡Te estás torciendo! ¡Te torcés como se tuerce todo el mundo! ¡Pero tenemos que estar derechos! ¡Si nos torcemos los derechos se van a empezar a torcer con nosotros! ¡Nos vamos a quebrar! ¡Tenemos que enderezarnos! ¡¡Mantengamos los derechos derechos!!

APAGÓN